El turismo fluvial es una manera diferente y original de viajar por Europa, a bordo de su barco fluvial sin licencia, ni experiencia previa.
En pareja, en familia o con amigos, navegando por los canales y ríos de Francia, Alemania, Bélgica, Holanda, Escocia, Inglaterra, Irlanda, Italia, Portugal y Hungría, durante un fin de semana, unos días o una semana. Turismo fluvial en libertad. Visitando pueblos con encanto, lugares pintorescos, monumentos, arte, historia…. Barcos equipados para acoger entre 2 y 12 personas con máximo confort.
¿Tu primera experiencia en turismo fluvial?
Conviértete en capitán de tu propio barco por unos días y descubre unas vacaciones diferentes que te ofrece la navegación fluvial. ¡No necesitas licencia ni experiencia previa! Sube a bordo y te enseñaremos todo lo que necesitas saber en una clase práctica tras la cual estarás preparado para empezar tu crucero.
A continuación le mostramos en imágenes toda la información necesaria para embarcarse en un barco de turismo fluvial: Reglas de navegación, amarre, seguridad, esclusas…
Viñedos, bodegas, lugares de degustación, restaurantes prestigiosos, especialidades locales y productos regionales, degustaciones…
Castillos, palacios, edificios religiosos, sitios protegidos, sitios clasificados como patrimonio cultural que se pueden descubrir en visita libre o guiada.
Espacios naturales preservados, parques florales, jardines botánicos, fauna, flora, sitios naturales notables que se pueden descubrir en visita libre o guiada.
Plazas limitadas en cualquiera de las ofertas (sujetas a disponibilidad o limitaciones de las ofertas)
VER TODAS LAS OFERTASUna de las ventajas que ofrece el turismo fluvial son unas vacaciones viviendo en el interior de la embarcación durante todo el viaje (viajamos en nuestro apartamento flotante), podremos utlizar la cocina (perfectamente equipada) dando una experiencia más completa de vacaciones por unos precios razonables.
Un viaje relajado en plena naturaleza, donde la cultura, la historia y la gastronomía tienen también su protagonismo, aunque en determinadas ocasiones es necesario un trabajo en equipo por el paso de las esclusas que se pueden encontrar a lo largo del viaje. Existen dos tipos de compuertas (esclusas): las automáticas y las manuales. Habitualmente la operación la dirije el personal de la esclusa con la ayuda de los viajeros. Es una operación sencilla que no lleva más de 15 ó 20 minutos.